AIE organiza en BIME Bogotá el panel sobre el mercado iberoamericano de los derechos de la música

La segunda edición se desarrolló entre el 3 y el 5 de mayo

AIE organiza en BIME Bogotá el panel sobre el mercado iberoamericano de los derechos de la música

La Sociedad de Artistas AIE organizó el pasado 3 de mayo, en el marco de la segunda edición de BIME Bogotá, el panel «El mercado iberoamericano de los derechos de la música», en el que representantes de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), la Federación Ibero-latinoamericana de Artistas Intérpretes o Ejecutantes (FILAIE) y la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) analizaron el estado actual y las previsiones de futuro de estos derechos en el ámbito iberoamericano.

En el panel intervinieron (de izquierda a derecha en la foto) José Luis Sevillano, director general de la Sociedad de Artistas AIE y presidente del Comité Técnico de FILAIE; José Rafael Fariñas, director regional para Latinoamérica y el Caribe de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC); y Sonia Amaya, socia de Amaya Barrios y Asociados, como representante de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), quienes ofrecieron una panorámica del momento actual del mercado iberoamericano de derechos, abordando también los riesgos y oportunidades que ven a futuro.

Lucero Moya, secretaria general de ACINPRO, ejerció como moderadora del panel, invitando a los ponentes a desgranar el estado actual de los derechos de los artistas, autores y productores discográficos y su gestión colectiva en Latinoamérica.

Sonia Amaya ofreció una panorámica de los datos de 2022 procedentes de los ingresos por derechos de radiodifusión y comunicación pública, según los que el uso de música grabada por emisoras y lugares públicos creció un 8,6%, alcanzando los 2.500 millones de dólares en 2022, lo que constituye el 9,4% del mercado mundial, siendo Brasil, Argentina, Colombia, Chile y México los cinco países latinos top por nivel de ingresos.

“Atravesamos un buen momento de la música latinoamericana. Además, las entidades de gestión están trabajado en la tecnificación de sus procesos, sin dejar de lado su ayuda en el ámbito social, en temas relacionados con la salud y en el cultural, patrocinando festivales y eventos”, señaló Amaya.

Por su parte, José Rafael Fariñas detalló: “CISAC mapea lo que ocurre en todo el mundo”, donde los derechos recaudados para los creadores alcanzaron los 9,6 millones de dólares, “de los que Latinoamérica representa el 3,8 %”.

José Luis Sevillano, quien puso en valor el soporte facilitado por las entidades de gestión a los artistas durante la pandemia, destacó la labor de FILAIE, que agrupa a las entidades de América Latina, España y Portugal: “Ayudamos a desarrollar las legislaciones locales y las entidades de gestión, además de dar soporte técnico. Estamos muy centrados en la tecnología, mediante un sistema centralizado que permite distribuir derechos en tiempo real”.

 FUTURO DE LOS DERECHOS: RIESGOS Y OPORTUNIDADES

En este punto del panel, Moya aseguró que ahora mismo Latinoamérica es «el terreno mejor sembrado, a punto de germinar», y que la parte legislativa y la tecnológica tienen que ir de la mano. Asimismo, planteó la siguiente cuestión, centrada en la visión de futuro de los derechos de la música, poniendo el foco en los riesgos y las oportunidades de este mercado.

Fariña defendió que desde Latinoamérica se tiene que dar una respuesta contundente a la gestión en el entorno digital, ya que el auge de éste convive con situaciones jurídicas preocupantes en determinados países (como en el caso de Costa Rica y su proyecto “Alivio de costos para establecimientos comerciales”): “Estas iniciativas nos alarman porque limitan los derechos de los creadores, por este motivo tenemos que estar pendientes”.

Por su parte, Sevillano, a colación de lo expuesto por Fariña, comentó que “cualquier paso atrás es un riesgo“.  Y puso en valor que “en Latinoamérica los derechos de los artistas tienen un importante campo de crecimiento en lo que respecta a la comunicación pública de grabaciones audiovisuales, la copia privada y el streaming (puesta a disposición)”. Asimismo, quiso recalcar que, aunque “algunos artistas perciben derechos del digital, son una gran mayoría los que no perciben casi nada y los músicos están fuera del mercado del digital, por lo que hay que buscar una solución”.

LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS

“Monitorizar lo que suena es posible”, confirmó Sevillano, afirmando que desde la Sociedad de Artistas AIE “se gestionan 34 mil millones de tocadas al año, ya que la tecnología y el machine learning permiten hacerlo”.

En lo que respecta a FILAIE, continuó Sevillano, “monitorizamos en tiempo real radios, televisiones y plataformas, lo que nos permite saber la música que está sonando. A través de la base datos de VRDB accedemos a los 13 millones de grabaciones y a todos los artistas que forman parte de las mismas para saber a quién repartir el dinero, mientras que la base de datos de IPD nos permite conocer a qué entidad pertenece ese artista. El sistema funciona perfectamente”.

En este punto, Rafael Fariña aprovechó para hacer un llamamiento a los artistas, al considerar que “nada de esto tiene sentido si no tomamos conciencia de la importancia de los datos asociados a las interpretaciones”. Por este motivo, recalcó que “el dato tiene que ser preciso y es importante tener herramientas que procesen esa información para poder hacer un correcto reparto de esos derechos. SI tienes los datos, los derechos llegan a quienes corresponden”.

Por último, José Luis Sevillano, puso el punto y final al panel poniendo en valor los contratos de reciprocidad entre entidades de gestión, los que considera “la base de toda la gestión colectiva, ya que las entidades de gestión no tienen valor por sí mismas si no velan porque ese dinero llegue a los artistas”.