Néboa

Con el dedo índice muy limpio, Néboa han pasado la yema del dedo por los márgenes que parecían delimitar la distancia entre la indietrónica, la música tradicional gallega, la poesía elíptica, el jazz de vodevil, el pop alternativo, la extimidad de la canción de autor y la idea de un pop internacionalista; y con todo el polvo que queda adherido al dedo, construyen un castillo sonoro que es, a la vez, una pequeña casita en mitad de una aldea y un rascacielos infinito.

Néboa buscan su haz de luz: allí donde estéis vosotros, tienen un lugar tranquilo. Así lo cantan, desde la frontalidad luminosa del segundo y último adelanto de «Fósforo», el nuevo material discográfico que el combo gallego presenta el 12 de mayo, y que tras conocer hace unas semanas «A xente cea nas súas casas», la oda indietrónica cósmica que nos sumía en un mar de cables, ahora se acercan a ritmos más calientes y hasta tropicales. Este será un álbum marcado por la experimentación sonora, en donde habitan canciones cantadas en gallego, portugués y castellano, como este nuevo single; pero donde habrá, también, la mayor pluralidad de interpretaciones vocales hasta la fecha de un grupo que hace del pop alternativo un material cada vez más líquido e impredecible.