La IA generativa a debate en el panel de AIE en BIME-Bilbao 2025

Un año más, se contó con la participación de interesantes panelistas

La IA generativa a debate en el panel de AIE en BIME-Bilbao 2025

Álvaro Rivas (Alcalá Norte), Marta Candás (Viuda) y Javier de Torres (abogado) fueron los protagonistas de este foro. En la parte musical, Marilia Monzón y Bala, de AIEnRUTa-Artistas, presentaron sus propuestas en la Sala BBK

Bilbao, 31 de octubre de 2025.- AIE ha estado presente nuevamente en BIME, feria profesional de referencia en el ámbito nacional que se celebra anualmente en Bilbao. La sala Pro I del Palacio Euskalduna, epicentro de toda la actividad, acogió el panel El rol del artista en la era de la IA generativa: ¿cómo construimos un futuro sostenible?, organizado por AIE.    

En él, Álvaro Rivas y Marta Candás, vocalistas de Alcalá Norte y Viuda, respectivamente, así como el abogado Javier de Torres, con la moderación de Alberto Arenal, jefe de área de Innovación de AIE, hablaron sobre los retos y desafíos que plantea tanto a los artistas como a la propia industria musical la irrupción de la IA generativa desde el punto de vista de la creatividad, pero también en materia de derechos, atribución y poder de negociación.  

Hablando desde su propia experiencia con la IA generativa, Marta Candás reconoció no usarla a día de hoy, pero piensa que seguramente le podría resultar de ayuda en alguna parte de la instrumentación. Por su parte, Álvaro Rivas se cruzó con la IA cuando se estaba recuperando de una apendicitis y pudo comprobar que, si tienes una melodía de voz, la IA te ayuda como herramienta dentro del proceso, por ejemplo, construyendo la armonía subyacente o sugiriéndote estilos.  

A pesar de las diferentes experiencias previas, ambos coincidieron en la utilidad que la aplicación de este tipo de tecnología puede tener en su carrera como artistas. Marta Candás afirmó que, en su entorno, no tiene constancia de que este tipo de herramientas esté extendida en la fase creativa: “cuando supe que iba a venir, hablé con mis compañeros de sello y ninguna de las bandas estaba utilizando la IA generativa”. Y también introdujo uno de los aspectos claves de la cuestión, la pérdida de los matices creativos. “En mi caso, el miedo no radica en que me quite mi trabajo, quiero ser un agente actor, no espectador, si no en que creo que su uso puede quitar valor a la obra”.  

El abogado Javier de Torres se sumó a este debate, afirmando que efectivamente la IA se puede integrar como una herramienta más en la creación de nuevas canciones, pero lo que es verdaderamente importante es que haya un consentimiento previo y una remuneración para los artistas. Y planteó al resto la pregunta de si debería ser legalmente obligatorio que las canciones generadas por IA fuesen etiquetadas como tal. Para Marta la información da valor al artista y los fans. Por eso, teniendo en cuenta que un artista nunca va a poder competir con una IA en cuanto a la velocidad de producción, es importante y necesario decir que trabajas con esta tecnología. Por su parte, Álvaro y Javier de Torres coincidieron a la hora de pensar que debe ser un acto voluntario y no una obligación.   

Otro de los temas que se abordó es la discusión que existe actualmente en Estados Unidos sobre si el uso de la música protegida para el entrenamiento de modelos de IA es un caso de uso justo o no. A nivel legal, Javier de Torres sostuvo que no sabe si vamos a ser más rápidos con la IA de lo que lo fuimos con la batalla del streaming. En su opinión, habrá que estar atentos y observar los próximos pasos de las negociaciones entre las principales compañías discográficas y las empresas desarrolladoras de herramientas de IA por el uso de esa música. Asimismo, todos los panelistas agregaron que será imprescindible hacer seguimiento de cómo estos acuerdos repercuten en los artistas y músicos.   

Ante la pregunta de Alberto Arenal sobre a qué medidas debemos aspirar para avanzar hacia un modelo más sostenible, Álvaro Rivas lo tuvo claro: primero y ante todo que haya transparencia, tanto de parte de las propias herramientas IA como a nivel de los créditos de las canciones. Para Marta, sería necesario que todos los músicos y artistas sean compensados de una manera justa, mencionando que entidades de gestión colectiva como AIE o SGAE deberían tener un papel para equilibrar la posición de todos los artistas, independientemente de su tamaño o su relación con los grandes titulares de derechos. Y según Javier, se hace necesario actualizar la normativa para regularizar esta nueva realidad: “la IA tiene que tener un límite. Los contratos de los artistas deberán incluir cláusulas que los protejan”.   

Por último y en relación a cómo prevén el futuro de la industria con la progresiva adopción de esta tecnología, para Álvaro Rivas puede tener un efecto en el empleo y, de haberlo, cree que los músicos de estudio podrían ser los más afectados. Mientras que Javier de Torres no cree que vaya a generar una atmósfera de pánico y apocalipsis para los artistas, pero no tiene duda de que va a incidir en la monetización. Una idea a la que Alberto Arenal se suma afirmando que “desde AIE queremos que se tenga en cuenta a los músicos y artistas porque son una parte fundamental de la generación de valor”.    

  

Showcases y colaboraciones 

AIE ha participado en otras actividades dentro del marco de BIME. Diego Zavala, miembro del equipo de StreamRights de AIE, formó parte del panel Del manager al éxito: estrategias y alianzas que impulsan el talento, organizado por la Escuela de Negocios PONS 

En estas citas de referencia para la industria, no puede faltar la música de los grupos que conforman AIEnRUTa-Artistas, en esta ocasión de la mano de Marilia Monzón y Bala, quienes presentaron sus trabajos en la Sala BBK. 

Marilia Monzón hizo gala de su impresionante voz y nos regaló un repertorio de pop-folk que brilló con luz propia gracias a su propuesta en la que destacan la dulzura, la autenticidad y la belleza.   

Mientras que Bala demostró sobre el escenario por qué son una de las bandas que están liderando la nueva escena rock nacional. Su arrollador directo conquistó al público desde el primer riff.