"Uno de los inconvenientes del mercado digital global es que gran parte de su valor está relacionado con la distribución y, por ello, no se otorga a la creación su auténtico valor. Si no reaccionamos, las generaciones futuras considerarán, en muy poco tiempo, “pasado de moda” y “antigüedades culturales” las obras, derechos y sistemas, y esto se extenderá a todas las modalidades, como ya ha sucedido con la música, está ocurriendo con la literatura y seguirá con todos los soportes físicos, primero, y con los digitales más tarde".