Adiós a Pedro Iturralde

Luis Cobos · 31 octubre 2020

Adiós a Pedro Iturralde

“Maestro, músico incansable, investigador, profesor, cultivador de excelencia, pulcritud y pasión. Trabajador, exigente y elegante, has creado un estilo propio y único. Mi querido Pedro, nos dejas pero te quedas porque ya eres parte de nosotros. Tu obra, inmortal, nos acompañará siempre. Te deseamos un buen viaje por el camino que te lleva a la inmortalidad, gracias a tu música que siempre nos ayudará a recordarte como un gran hombre, un gran músico y un gran compañero” – Luis Cobos.

Pedro Iturralde y Luis Cobos en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá.
Pedro recibe el título de Miembro de Honor del Claustro Universitario de las Artes. 

 

Adiós, querido Pedro:

Maestro, músico incansable, investigador, profesor, cultivador de excelencia, pulcritud y pasión. Trabajador, exigente y elegante, has creado un estilo propio y único.
Pocas veces tenemos la inoportuna oportunidad, cuando un compañero y amigo se va, de glosar, valorar y estimar la trayectoria de un músico tan intenso, brillante y universal como tú, Pedro Iturralde. Pionero de la fusión del Flamenco y el Jazz, amante de la música popular, del academicismo, de la excelencia musical y del gusto por el público, y de los conciertos en directo, ya fueran diurnos o nocturnos. Devoto del contacto con el público.

Genial músico y buen hombre, has pateado los locales y garitos de medio mundo, a la vez que los grandes coliseos, y has asombrado a propios y extraños por tu calidad, tu impecable técnica y tu pulcritud instrumental y compositiva, por tu imponente y cálido sonido… sin que ello te haya quitado ni un ápice de pasión, entrega e infatigable amor por el estudio.

Esa peculiar forma de ser y entender la música te llevó a ser catedrático de saxofón del Conservatorio de Madrid y solista de la Orquesta Nacional de España.
Revolucionaste la enseñanza y fuiste el profesor perfecto al que, después de las clases, los alumnos podían escuchar al maestro en concierto y comprobar cómo poner en práctica todo lo aprendido. Has dejado una huella imborrable y un nutrido grupo de excelentes saxofonistas que seguirán expandiendo tu legado de puro arte por el mundo.

Mi querido amigo y maestro, nos dejas pero seguirás con nosotros. Eres una de las personas que más ha elevado el valor del Jazz y la apreciación del instrumento musical como elemento imprescindible para transmitir y sentir la emoción de la música.

Eres un gran compositor pero tu vena de intérprete se ha impuesto sobre todo lo demás. Has continuado tocando hasta el último momento. El año pasado pudimos ver como conservabas la técnica y el sonido vivos y coleando.
Te encantaba el clarinete, el cual has llegado a dominar, y también el piano, la guitarra, el violín… Casi todos los instrumentos que has tenido entre tus manos te han dado el sí, pero tu compañero de fatigas, tu socio, compinche y hermano, como parte ineludible e indivisible de tu cuerpo, ha sido y será siempre el saxofón tenor. Normalmente los músicos, y gran parte de la gente, llamamos a los saxofones saxos pero tú siempre que hablabas del instrumento te referías al saxofón no restando ni una letra a su auténtico y sonoro nombre.

Tuve el privilegio de asesorar, y coproducir contigo, en mis estudios Escorpio, la grabación que realizaste de un quinteto de saxos, tocados todos por ti. Yo me resistía pero tú quisiste que estuviese en el control y opinase sobre las diferentes tomas y la interpretación (perfecta) de todos los saxos. Lo hice y me siento muy satisfecho por ello. También he compartido contigo muchas grabaciones de estudio, y escenario en varias ocasiones, dirigiéndote en el Liceo de Barcelona y tocando juntos en algunos otros lugares.

No he conocido en toda mi vida a un músico más especial, estudioso y dedicado que tú. Siempre cuidando la expresión, el tempo, las pausas, los picados y ligados…
En fin, todas esas cosas precisas, preciosas y pequeñas, que hacen al sonido grande, ampuloso, íntimo y sensual cuando la ocasión lo requiere, tratándose del saxofón. Ya fuese soplado, lento, sinuoso o picado y potente, has dominado la técnica como nadie.

Abriste el frasco de las esencias versionando y fusionando el flamenco, la música española, de los grandes compositores clásicos españoles como Turina, Falla, Granados… Pero las grabaciones y temas que más han interesado a los músicos del mundo han sido tus propias obras. Tus composiciones y tu forma de tocar han llegado a solistas, pequeños grupos, bandas, orquestas y formaciones de todo tamaño y forma, inundando el mundo con tu talento y ese especial estilo que te ha definido, te define y te definirá.

Mi querido Pedro, nos dejas pero te quedas porque ya eres parte de nosotros. Tu obra, inmortal, nos acompañará siempre.
Te deseamos un buen viaje por el camino que te lleva a la inmortalidad, gracias a tu música que nos ayudará a recordarte como un gran hombre, un gran músico y un gran compañero. Nuestro más sentido adiós querido Pedro.

Creo que puedo escribir estas notas representando a todos los instrumentistas músicos porque tú has sido y serás un ejemplo y un icono para todos nosotros, como lo fue Paco de Lucía, al que invitaste a tocar contigo en tu más emblemático disco: Jazz Flamenco.
Con ese disco y con tu peculiar sonido llenaremos de belleza nuestro recuerdo para disfrutar haberte conocido y compartido contigo vida, amistad, música y emoción.

DESCANSA EN PAZ.

Luis Cobos
Músico y amigo de Pedro Iturralde                                                                                                                                                                                                    Presidente de AIE y FILAIE