Nøgen

Nøgen

Folk-rock, Euskadi

Nøgen no ha causado indiferencia en el corto recorrido que tiene a sus espaldas. En 2016, Markel Idigoras, acompañado de su ukelele, cargó de melodías y acordes las primeras canciones del grupo, en su Erasmus en Dinamarca. Al final de la estancia, trajo de vuelta a Donostia estas ganas de desnudarse (eso significa Nøgen en danés: Desnudo) a través de las rimas unidas a la melancolía del destierro y enseguida contagió a Alex Irazusta en la guitarra y a Ane Negueruela en la voz. Nøgen comienza así su andadura como trío, ofreciendo conciertos con canciones propias influenciadas por un pop folk alegre influenciado por grupos como Mumford and Sons, Of Monsters And Men y La M.O.D.A.. Con la intención de conseguir un sonido más grande y contundente, a finales de año se les unen Olatz Cuevas al bajo y Jokin Guilisagasti a la batería y para verano del 2017, ya están funcionando como quinteto.  Al mismo tiempo, con la intención de darle proyección a la banda, Nøgen prepara su primer EP llamado Lys en los estudios Muir y lo presentan en verano. La canción Nora tiene especial relevancia ya que saca al grupo del anonimato. A comienzos de 2018, viendo que el proyecto sigue adelante,  Nøgen decide grabar su primer trabajo largo, Liv til døden (vivir hasta morir), en el estudio de Haritz Harreguy y masterizado en Ultramarinos. Liv til døden no es un simulacro. Los Donostiarras han seguido mezclando el inglés y el euskara en sus melodías pop-folk, pero realmente han hecho un esfuerzo por explorar todos los colores que puede dar este estilo. Nøgen nos ha puesto entre las manos un trabajo que sin dejar de lado su frescura, tiene mucho de madurez. En Liv til døden volvemos a encontrarnos con las melodías alegres de Lys en canciones como Enarak, Hil arte Bizi o D&D, pero también tenemos joyas como Loreak eman arte, en las que la banda explora ritmos más lentos, que acompañan a melodías melancólicas y rotas. Por otro lado, en canciones como Anai o Keari el grupo se internan en sonidos más tristes que explotan en potentes estribillos. Live till døden nos dibuja ese anhelo de felicidad fruto de la desesperada esperanza. Pero no os azoréis, respirad profundamente y dejad que la canción Oxigenoa, que tiene más de pop que de folk, os lleve a la profundidad de sus ambientes que ganan en intensidad a medida que evoluciona el arpegio de guitarra inicial.